lunes, 14 de julio de 2014

Tool

Como se ve, no se creen rockstars.
Danny Carey (batería), Justin Chancellor (bajo),
Maynard Keenan (Voz) y Adam Jones (guitarra)
Me gustan las rarezas, los cambios de paradigma, la mirada lateral y el pensamiento independiente. Y es justamente esa una buena definición del fenómeno Tool. Y digo fenómeno por que resulta tan vacuo intentar definirlos desde dentro de la música como tratar de etiquetarlos dentro de alguna categoría de ésta. Hay mucho más que sólo música aquí. Sin embargo pretendo hacer un acercamiento a rasgos generales, puesto que hay tanta complejidad en esta banda que un análisis integral requeriría de analizar punto por punto desde todos los frentes de la filosofía (estética, lenguaje, metafísica, entre otras) y mi objetivo aquí siempre ha sido el análisis a priori, de introducción. Además Internet ya está medio saturado con los (jejeje) "Profetas de Tool". Es mi deber entonces, en virtud de explicar únicamente la parte musical, omitir cualquier otro análisis profundo. Heme aquí, silenciado por mi mismo: Tool, si he de aventurar etiquetas, está catalogado como Metal Progresivo. ¿Por qué? Es que tienen una manera bastante potente y cruda, visceral de transmitir mensajes, tanto en sus letras como en lo melódico, donde se lucen con el particular manejo de sus instrumentos. Aquí los tempos juegan un papel crucial, junto con la recreación de ambientes mentales un tanto desconcertantes por lo poco explorados (quizás debido a la hipocresía del ser humano con su lado oscuro). Elementos que se ven coronados por el potente registro tenor de M. J. Keenan y sus letras, que han evolucionado de lo personal hacia lo universal. 

Como un espiral.

Maynard durante la primera etapa de Tool.
Nótese la agresividad en la mirada.
(Fotógrafo desconocido)
Tool nace en medio de la moda Grunge de los 90', justo ahí donde varios géneros del metal decayeron (el Thrash fue el gran perdedor de esa década). En ese sentido, en sus inicios podríamos ubicarlos entre estos dos estilos pues aunque se alimentan de ellos, los superan en cuanto a límites: no buscan ni el exceso de brutalidad del Metal ni la auto-victimización del Grunge. Tomemos como ejemplo de esa primera etapa, específicamente las canciones Sober y Jerk-Off que aparecen tanto en el EP 72826 (de 1991) como en los dos discos que le suceden: Opiate (1992) y Undertow (1993) respectivamente. Las letras de estas canciones se pueden entender como reflexiones poco convencionales que nacen a partir de problemas bastante puntuales; la adicción como una obsesión que nos cierra a lo externo y la ira como una reacción que nos hace barajar opciones un tanto extremas. Son tópicos que el Grunge ya tenía mas que tocados, pero que Tool les da un nuevo giro, pues no son conformistas y no se limitan a hablar de lo deprimidos que se sienten al respecto, si no que le añaden esa actitud activa que heredaron del Metal. En lo instrumental se puede aplicar esto como analogía perfectamente.

Una vez superada esa etapa, nos encontramos con Ænima (1996) y Salival (2000) que justamente hablan sobre la evolución, la limpieza espiritual y la sabiduría como desafíos personales dentro de una sociedad sobre estimulante que nos hace depender somáticamente a estímulos externos. En esta etapa media hay muchos guiños al filósofo alemán (prusiano diría yo) Friedrich Nietzsche, a través del humorista Bill Hicks. Es notable además que este cambio se haga presente en la música, que deja de lado gran parte de la agresividad anterior, quizás en parte debido al cambio de bajista (Justin Chancellor, ex Peach, entra en reemplazo de Paul D'Amour).


Claramente no son un show más, Tool en vivo, 2012.
Foto:  Jamie C Baker.
Es ya en Lateralus (2001) que Tool encuentra sus bases definitivas (hasta ahora) en la influencia oriental, que se refleja tanto en las melodías como en la estética visual (diseñada por Alex Grey) y en el contenido de sus letras, que dan pinceladas de filosofía budista. Es en éste disco además, en donde nos dan la clave para descifrarlos: la sucesión fibonacci, de la que hablan en Lateralus, que se puede graficar como un espiral, explica la constante evolución a la que se someten como músicos y como personas (y quizá explique también por qué se demoran cada vez más en sacar discos) pues toca temas como la trascendencia del espíritu y la mente sobre el cuerpo, el plano metafísico, el cuerpo como un templo y la mente y el alma como la energía vital, sobre nuestra divinidad y como permanecer humanos dentro de ella. Básicamente habla sobre crecer sobre las propias bases, como un espiral. Derriba el mito de lo lineal. Todo esto lo continúa su sucesor 10.000 Days (2006) que retoma la temática anterior, pero con un enfoque mucho más íntimo de la banda, destacándose en ese sentido la canción de dos partes Wings For Marie, inspiradas en la muerte de la madre de Keenan.

Ahora, la mayoría de la gente suele identificar a Tool con Maynard, a pesar de que él haga lo posible por bajar su perfil sin afectar la calidad de los shows (actualmente se suele ubicar lo más cerca de Danny, el baterista, tratando de que todos los integrantes estén en la misma distancia del público) y de que sea ésta una de las pocas bandas donde cada uno de sus integrantes tienen la misma importancia y cabida dentro, como una mesa redonda. No hay ningún elemento que brille mas que los otros, no existe aquí el típico ego del Rockstar que busca lucir sus habilidades a toda costa. No son más que cuatro personas que se conjugan de una manera natural y que encuentran en la música una salida "material" para su sentir y su visión.

Un consejo: jamás te hagas fan de Tool. Lo amplío: jamás te hagas fan de nada, el fanatismo es una venda en los ojos. Y esa es justamente una actitud que va en contra de el mensaje que nos trata de entregar esta tremenda banda.

Como era de esperar, la discografía está colgada en TPB, aquí el magnet. Recuerda visitar la Declaración de Principios.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario