jueves, 10 de julio de 2014

Yajaira

Yajaira en el Bar Santa Filomena, Santiago 2013.
Foto por J. S. Cossio.
Hace algo así como año atrás descubrí el Stoner, un mundo entero dentro del rock: pasajes caóticos y cíclicos, afinaciones tan bajas que se usan amplificadores de bajo en las guitarras y bajos tan potentes que vaya uno a saber que amplificadores usan, acompañados de ecos de voces que gritan desde planetas lejanos. Tiempo después me enteré que esa experiencia me vino de la mano de Kyuss, quienes se ubican a la cabeza del género, cuales Black Sabbath reinando dentro de los dominios del Stoner. Fui feliz en mi ignoracia con esa revelación musical, hasta que aún mas tarde me enteré que estuvieron activos sólo un par de años (entre 1987 y 1995) y que ahora están petrificados como los héroes de un pequeño intento de movimiento contracultural que declinó con el cambio de siglo. A veces soy un tanto ñoño, así que tengo que admitir que en primer lugar me interesó investigar sobre el Stoner como subcultura desde una perspectiva sociológica en vez de musical, por que si bien Kyuss me había conseguido enganchar, otras bandas dejaban de lado la influencia Punk que ellos tenían.
Ya que en principio me cuesta digerir la música de tempos lentos, quise ir más allá de los 90' y de pura casualidad me encontré con estos chilenos, de Santiago. Aún no tengo la oportunidad de verlos en vivo, pero casi puedo ver la atmósfera pegada que deben generar, es que Yajaira es un muy buen complemento para volar. Ahora ¿cómo definir su sonido? cualquiera que haya estado bien alto ya se lo puede imaginar, es como una odisea por el espacio desconocido, es cosa de cerrar los ojos, poner Yajaira y la baja gravedad se hace presente a través de tiempos lentos y sonidos de satélites transmitiendo, las guitarras destacan por el sonido fuzz muy a lo big muff, con wah-wahs supersónicos y un delay cósmico del que además se vale la voz, que se siente tan distante, como un eco de otra galaxia. De alguna manera recuerda la reconocida canción 21st Century Schizoid Man, de King Crimson. Sobre las letras, las más destacables son alegorías o metáforas con elementos místicos como protagonistas (La Mujer y el Dragón, como ejemplo). Son todos estos elementos, netamente Stoners, que hacen que Yajaira sea considerada insigne y esté consagrada en el podio latinoamericano junto a Hielo Negro, surgidos desde la hermosa Patagonia chilena y Los Natas, desde la capital argentina, Buenos Aires.


La banda completa: Christian MacDonald (batería), Piri Latapiat (guitarra),
Miguel Montenegro (voz y bajo) y Samuel Maquieira (voz y guitarra).
 Foto de Pablo Giadach, compañero de Samuel en The Ganjas.
Especial atención merece del oyente, los discos Lento y Real y Vuelve a Arder, ¿Por qué? Pues Lento y Real marca un punto medio entre sus inicios y su sonido final. Destaco los cortes Cae, ¿A Dónde vas tan Rápido? y Hacia el Sol. Vuelve a Arder, por su parte, muestra los resultados de un trabajo más maduro y mucho más definido que se evidencia principalmente en sus dos mejores temas instrumentales a mi gusto: In Memoriam y Jam.

Me gustaría destacar que esta banda nace del under, es decir, producciones independientes y nada de platillos y tambores para anunciarse, el que cacha, cacha, por que es ésta actitud la bandera del género. Kyuss y Yawning Man, por ejemplo, solían ir a Palm Desert, un desierto de California que queda en medio de la nada, a tocar gratis para quienes apreciaran sus largas improvisaciones (o los tremendos carretes que se armaban sobre éstas). Improvisaciones que forman la base del proceso creativo en la música de Yajaira, y del Stoner en general, lo que da un resultado bastante simple y efectivo, sobre el que la complejidad se agrega con efectos de sonido. Es por la mencionada bandera del under que rara vez algún grupo de Stoner se hace conocido fuera de sus propias esferas. Como dije, es otro un mundo dentro del Rock.

La discografía completa está disponible por torrent en TPB, gracias a 21stCenturySchizoidMan. Recuerda leer la Declaración de Principios antes de clickear.

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